Solicitar una tarjeta de crédito es una gran idea porque te ayuda para pagar gastos y a vivir de forma despreocupada siempre. Sin embargo, hay algunos consejos que tienes que considerar al tener una tarjeta para no caer en el error de endeudarte de un momento a otro.

Que pagar a tiempo sea una prioridad

La forma en que pagas tus facturas representa la mayor parte de tu puntuación. Acumular pagos atrasados o no realizados no te hará ningún favor. Para no retrasarse, tómate el tiempo de sentarte y elaborar un presupuesto, lo que facilitará la planificación de los vencimientos de tus facturas.

Tu presupuesto debe incluir todos tus gastos y cualquier ingreso que tengas, ya sea de un trabajo o de la ayuda económica de tus padres. Anota las fechas de vencimiento en un calendario para saber exactamente cuándo hay que pagar.

Mantén tus saldos bajo control

Lo ideal es que cargues sólo lo que puedas pagar por completo cada mes. De este modo, no tendrás que desembolsar nada extra en concepto de intereses. Si tienes un saldo de mes en mes, lo mejor es mantenerlo lo más bajo posible. El pago mínimo se calcula como un porcentaje del saldo total, por lo que, si debes mucho, es posible que te resulte difícil para mantenerte al día cada mes.

Calcula el costo

La mayor trampa en la que caen muchos estudiantes en lo que respecta a las tarjetas de crédito es no darse cuenta de cómo se acumulan los intereses, especialmente cuando sólo pagan el mínimo cada mes (lo que nunca es una buena idea). Por ejemplo, supongamos que debes 1.000 pesos en una tarjeta con un interés del 18%. Si pagas el mínimo de 250 pesos al mes, tardarás algunos años en pagarla y te costará muchos intereses. Comprar artículos que no puedes pagar en poco tiempo de repente se vuelve mucho menos atractivo cuando haces las cuentas.

Reduce las comisiones

Las compañías de tarjetas de crédito cobran una serie de comisiones que pueden inflar rápidamente tu saldo si no estás al tanto de tus extractos y fechas de vencimiento. Pagar la factura a tiempo y mantener un saldo bajo puede ayudarte a evitar las comisiones por retraso o por exceder el límite. Los estudiantes también deben buscar tarjetas que no cobren una cuota anual para mantener sus costos lo más bajos posible.

Revisa tus estados de cuenta

Si no miras con atención el extracto de tu tarjeta de crédito cada mes, te estás exponiendo a grandes problemas. La compañía de tu tarjeta de crédito podría aumentar tu tasa de interés o alguien podría estar usando tu tarjeta para hacer cargos fraudulentos, pero tú no lo sabrás a menos que revises tu estado de cuenta con un peine de dientes finos.

Elige bien las compras

Cuando eres un estudiante universitario arruinado, es tentador usar tu tarjeta de crédito para todos y cada uno de los gastos, pero tienes que ser selectivo con lo que cargas. Mantener las luces encendidas en tu apartamento o comprar esos molestos pero necesarios libros de texto son bastante razonables, pero no deberías depender del plástico para pagar todas esas carreras nocturnas de pizza. La pasta en una olla es mucho más barata.

Revisa las suscripciones y membresías

Las tarjetas de crédito pueden facilitarte la vida. Puedes cargar tu revista favorita a una tarjeta o suscribirte a un gimnasio y no tener que preocuparte de cuándo tienes que pagar la cuota. La empresa de la tarjeta de crédito y la editorial o el gimnasio se encargan de la transacción por ti. Pero cuando tengas veintitantos años, tus preferencias van a cambiar. Créenos en esto. Es mejor que pagues de otra manera y no acabes con cuotas recurrentes de las que te olvidas y te cuesta deshacerte.

Lleva dinero en efectivo

Puede llevar un tiempo acostumbrarse a tener una tarjeta de crédito. Suprime la tentación de gastar más de lo que puedes pagar razonablemente para cuando llegue el siguiente extracto. Utiliza una combinación de efectivo y crédito mientras te familiarizas con esta nueva forma de pagar los artículos.

En definitiva, esperamos que estos consejos te ayuden a utilizar y pagar de mejor manera con tus tarjetas de crédito.