Si utilizas con prudencia, tu primera tarjeta de crédito esto puede prepararte para un futuro financiero sólido y desahogado.

Cualquiera que te preste dinero a lo largo de tu vida -ya sea una compañía de tarjetas de crédito o alguien que te conceda un préstamo- quiere ver que tú sabes cómo manejar el crédito.

Y la única manera de crear ese historial es empezar con solicitar tarjeta de crédito. Al mismo tiempo, puede ser fácil abusar del privilegio de poseer una tarjeta acumulando más cargos de los que puedes manejar o no teniendo una forma de pagar tu deuda.

Antes de que empieces a estrenar esa brillante pieza de plástico, echa un vistazo a los consejos de las mejores formas de gestionar tu primera tarjeta de crédito.

Cómo elegir tu primera tarjeta

  1. Conoce los distintos tipos de tarjetas

Si nunca has tenido una tarjeta de crédito, tendrás que averiguar qué tarjeta de crédito vas a obtener.

Las tarjetas de crédito garantizadas por ejemplo, requieren un depósito para abrirlas. Mientras que las tarjetas de crédito para estudiantes están orientadas a los universitarios, pero pueden requerir un cofirmante si eres menor de 21 años y no tienes ingresos. Conocer las diferencias entre cada tipo de tarjeta puede ayudarte a reducir tus opciones.

  1. No te vuelvas loco con las solicitudes

El solicitar tarjeta de crédito es una decisión sencilla además de necesaria porque te ayuda a tener una estabilidad financiera y una seguridad de manejar cualquier contratiempo.

Una vez que obtengas tu primera tarjeta de crédito, es tentador salir a solicitar otra. Sin embargo, no debes apresurarse a sobrecargar tu cartera. Solicitar varias ofertas de tarjetas de crédito en un periodo de tiempo relativamente corto puede perjudicar su puntuación de crédito. Conseguir una tarjeta con un límite bajo puede ayudarle a empezar a construir tu crédito sin correr el riesgo de acabar muy endeudado.

  1. Entiende la razón de tener un buen crédito

Tu informe de crédito contiene toda la información relativa a tu actividad crediticia, incluyendo las cuentas que haz abierto, tus saldos y tu historial de pagos. Tu puntuación de crédito es un número de tres dígitos que se calcula en función de lo que aparece en tu informe. Cuando llegue el momento de comprar un coche u obtener una hipoteca en el futuro, los bancos se fijarán en tu historial crediticio para ver la probabilidad de que devuelvas lo que te han prestado. Utilizarán esta investigación para determinar cuánto deben cobrarte en tipos de interés, y si deben prestarte algo. Su puntuación de crédito también puede entrar en juego cuando intente alquilar un apartamento, obtener servicios públicos a tu nombre o incluso solicitar un empleo.

  1. Conoce tu puntuación de crédito

Existen varios modelos de puntuación de crédito, pero el que los prestamistas utilizan con más frecuencia es la puntuación FICO. Esta puntuación se calcula en función de tu historial de pagos, el número de consultas que aparecen en tu informe, los tipos de crédito que tienes, cuánto debes y la antigüedad de tus cuentas. Las puntuaciones FICO van de 300 a 850, y cuanto más alta sea la tuya, mejor.

  1. Controla tu crédito

La revisión rutinaria de tu informe de crédito puede darte una idea de lo bien que lo estás haciendo cuando se trata de construir tu puntuación. También te permite estar atento a cualquier signo de actividad sospechosa relacionada con el robo de identidad.

En definitiva, esperamos que los puntos anteriores te ayuden a utilizar con prudencia tu primera tarjeta de crédito.

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